LA GOBERNABILIDAD EN NUEVO LEON

LA GOBERNABILIDAD EN NUEVO LEÓN Gobernar el Estado de Nuevo León no ha sido fácil. El desarrollo industrial y comercial del Estado representan un reto que cada ejecutivo estatal ha tenido que enfrentar durante su gestión en las circunstancias propias de las condiciones bajo las que se gobierna, ya que no es lo mismo un gobierno que actúa en un sistema rígido, que no da posibilidades a la intervención de otros actores políticos o de la ciudadanía, que uno que privilegia el diálogo y la interacción y se somete al escrutinio público. El Banco Mundial ha propuesto seis indicadores para medir la gobernanza, señalando que el término se refiere al conjunto de instituciones formales e informales que determinan el modo en que es ejercida la autoridad en determinado país. Para ello establece tres dimensiones: 1. El proceso de selección, supervisión y sustitución de los gobiernos y sus mecanismos de rendición de cuentas a la población - accountability - 2. La capacidad de los gobiernos para formular e implementar las políticas más adecuadas para garantizar el crecimiento económico sostenible. 3. El respeto hacia las instituciones que rigen las relaciones económicas y sociales de un país. La propuesta señala que en muchos estudios se ha demostrado que cuando los ciudadanos cuentan con mecanismos eficientes para manifestar sus inquietudes y demandas y exigir que sean atendidas, se ha logrado aminorar la corrupción y se ha podido auditar la gestión pública, lo que ha permitido lograr mejor desarrollo económico y social. Los indicadores proveen información acerca del proceso de selección, supervisión y sustitución de los gobiernos: 1) Voz y Rendición de Cuentas; 2) Estabilidad política y ausencia de violencia, crímenes y terrorismo; 3) Efectividad del Gobierno. 4) Ausencia de carga regulatoria; 5) Estado de Derecho; y, 6) Control de la corrupción. No perdamos de vista que se pretende la gobernabilidad en el marco de un régimen democrático. Si bien la alternancia de partido político gobernante en Nuevo León, en 1997, aunque por una sola vez, propició la competencia de partidos y consolidó las posibilidades de acceso al poder a nuevos actores, el nuevo gobierno independiente de Rodríguez Calderón plantea una situación diferente en la que el ciudadano opta por un gobernante que no cuenta con el apoyo de un partido político y espera de éste un gobierno más eficiente. Para ello las funciones del nuevo gobierno en Nuevo León debe considerar la interacción de funcionarios emanados de distintas fuerzas políticas. Antaño los actos de poder y autoridad parecían evidentes. Hoy la acción política se ha vuelto más sofisticada y por ello los actos referidos suelen ser mas subjetivos. En Nuevo León, a pesar de haber logrado un gobierno más allá de los partidos políticos, muchas de sus instituciones permanecen en la opacidad y se niegan a cumplir con los criterios que señala el Banco Mundial. La circunstancia actual plantea una interrogante: ¿Es el gobernante con sus características y estilo propio lo que se impone a la modalidad democrática o es la democracia la que exige aplicar criterios de gobernabilidad?

Oscar Ochoa González
Juan de Dios Martínez Villarreal
Juan Martín Alamilla Sosa
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