La deuda de los créditos estudiantiles: una mirada al caso colombiano
A partir de los años ochenta, bajo un contexto de liberalización económica, los Estados latinoamericanos empiezan a dar espacio a los créditos educativos como alternativa de fomento al acceso a la educación superior. La primordial motivación de esta política fue que, al mismo tiempo, la población dentro de la Universidades aumentara y que ello se realizara sin necesidad de gastar recursos públicos muy en consonancia con el modelo norteamericano. A pesar de ello, los créditos educativos si bien lograron aumentar el acceso, también han generado una espiral de consumo que año a año ha fomentado el impago de las deudas estudiantiles creando un doble efecto negativo: por un lado, que el sistema sea insostenible en cuanto los impagos representan un menor monto para préstamos futuros y, por otro lado, que los estudiantes recién egresados, generalmente sin trabajo, adeuden montos enormes a la entidad prestadora. Para demostrar estas afirmaciones se realizará un estudio de caso centrado en Colombia y sólo enfocándose en la principal entidad prestadora de créditos educativos en el país: Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios en el Exterior (ICETEX).
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