Relaciones entre los poderes ejecutivo y legislativo en crisis constitucionales: los casos de Brasil y Venezuela en 2016.
La votación en 2016 del Congreso de Brasil para llevar a cabo un juicio político contra la Presidente Dilma Rouseff y la intención de la Asamblea Legislativa de Venezuela para proponer un Referéndum Revocatorio al Mandato de Nicolás Maduro en Venezuela, no sólo representan situaciones extremas del conflicto Ejecutivo-Legislativo en las democracias latinoamericanas, sino también dos casos de posible ruptura constitucional. A pesar de sus múltiples diferencias circunstanciales, Brasil y Venezuela se encuentran entre los países latinoamericanos con las peores cifras de recesión económica en la región. Mi ponencia analiza las repercusiones y posible desembocadura de esas circunstancias en posibles crisis constitucionales en ambos sistemas políticos, así como sus probables consecuencias colaterales que podrían agravar todavía más la recesión económica, a pesar de que la oposición legislativa y los empresarios consideran que la destitución de sus respectivos titulares del Poder Ejecutivo constituye el paso imprescindible para iniciar el proceso de la recuperación económica. Al día siguiente de aprobarse en la Cámara de Diputados de Brasil iniciar el juicio político contra la Presidente Rouseff, se registró una notable recuperación tanto de la Bolsa de valores de Sao Paolo, y eso tuvo el efecto de demostración en la Asamblea Nacional de Venezuela para presionar de manera más vigorosa el Referéndum Revocatorio del mandato de Maduro. Esta ponencia analiza también el escenario de que en caso de que ambos titulares del poder ejecutivo sean destituidos, esto signifique no un avance en el proceso de democratización de ambos países, sino más bien una involución en su desarrollo político, pues por un lado habrá acusaciones de golpe de estado contra las dos legislaturas por haber destituido dos presidentes democráticamente electos, y por el otro una demostrada incapacidad de las instituciones políticas establecidas para canalizar institucionalmente el descontento social que desbordó el orden constitucional. La ponencia concluye discutiendo si estos conflictos entre el ejecutivo y el legislativo representan un avance democrático o más bien una involución en el desarrollo político de las democracias latinoamericanas con la provocativa reflexión de si estos dos casos no demuestran también fehacientemente el fracaso de la izquierda.