El nuevo equilibrio entre el poder ejecutivo y legislativo en el sistema político
Históricamente al presidencialismo mexicano se le ha ubicado como uno de los más poderosos debido a la capacidad decisión que ha tenido para hacer modificaciones. Un parte importante de las fortalezas del ejecutivo mexicano se le ubicaba precisamente en las facultades metaconstitucionales que le permitían determinar una cantidad importante de decisiones sobre designación de candidaturas en diferentes niveles de gobierno y tener una preponderancia sobre los demás poderes de la unión. Con el proceso de transición que se inició en México a finales de la década de los setentas la relación entre el poder ejecutivo y legislativo se fue equilibrando a tal grado que el poder legislativo adquirió un rol preponderante en el proceso legislativo. Los procesos de alternancia y la ausencia de mayorías en las cámaras mostraron que en realidad el ejecutivo mexicano no posee la fortaleza de la que históricamente había presumido. En los últimos años se han hecho una serie de modificaciones al sistema político para tratar precisamente de reequilibrar las relaciones entre el ejecutivo y legislativo en México. El objetivo de esta ponencia es precisamente explicar en que han consistido los cambios que se han dado en los últimos años para encontrar un nuevo equilibrio entre el poder legislativo y ejecutivo a nivel federal.
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