LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA DE PARTIDOS EN MÉXICO
Después de la revolución mexicana, en nuestro país se configuró un sistema de partido hegemónico donde el partido oficial (PRI) dominaba todos los cargos de elección popular. En la década de los setenta se inició una ola de reformas electorales que permitieron la entrada de otras fuerzas políticas. Esto ocasionó que para 1990, en varios municipios se conformara un bipartidismo, donde dos partidos (PRI vs. PAN o PRI vs. PRD) se disputaban los puestos públicos. Esta tendencia permaneció hasta el 2006 cuándo se empezó a configurar un sistema de pluralismo moderado donde los tres partidos más importantes del país (PRI, PAN y PRD) se peleaban los cargos de representación pública. No obstante en el 2015, con la aparición de un cuarto partido (MORENA) y de los candidatos independientes, hemos transitado a un sistema de pluralismo polarizado. Hoy en día en varios municipios encontramos 5 opciones políticas que se disputan el voto y tienen posibilidades reales de ganar. En este sentido, encontramos que el voto se ha dispersado, fragmentado y atomizado. La presente ponencia busca demostrar la afirmación anterior con datos empíricos, a partir de los resultados de las elecciones federales de 2015. Además trata de ver las implicaciones de la atomización del voto en la calidad de la democracia mexicana. El trabajo estará estructurado de la siguiente manera: en primer lugar explicaremos el sistema de partidos de 1920 a 1980. Luego describiremos los cambios que se dieron en algunos municipios después de las reformas electorales de los setenta. En el tercer apartado nos dedicaremos a analizar el sistema de partidos desde el 2000 hasta el 2015. Finalmente terminaremos con las valoraciones. Con esta ponencia se intenta acercarnos a la comprensión del sistema actual de partidos y ver qué implicaciones conlleva en el fortalecimiento de las instituciones democráticas.