Estructura y gasto electoral: hacia la reconfiguración del sistema electoral mexicano

Actualmente y previo al proceso electoral 2017-2018, se realizan 13 procesos locales, para renovar los poderes ejecutivo, legislativo, así como ayuntamientos. Siendo lo relevante e histórico de estas elecciones, que el INE ejerció la facultad de atracción en dichos procesos, lo que ha derivado en una doble estructura electoral. Tomando como ejemplo el caso de Hidalgo, para este proceso el INE cuenta 48 consejeros y consejeras, el OPLE con 313. En cuanto a estructura del servicio profesional, el INE cuenta con 25, el OPLE con 314. Lo que da un da un total de 700 personas entre consejeras y consejeros, así como del servicio profesional. Lo que significa que la estructura del INE representa el 10% (73 personas, entre las y los consejeros, más las y los vocales). En el caso del OPLE cuenta con 627 personas, lo que representa un 90% (entre las y los consejeros más el personal de servicio profesional) Aunado a lo anterior, hay que agregar el personal administrativo y personal eventual de ambos organismos. Situación que ha implicado un doble gasto electoral y generado confusión entre la ciudadanía y los actores políticos. Más allá de los resultados electorales, es claro que después de junio de este año y previo a la elección federal del 2018, el sistema electoral mexicano, debe ser reconfigurado. Para replantear la figura de un sistema nacional electoral, suprimir procesos burocráticos electorales y reducir el elevado costo electoral.

Alfredo Alcalá Montaño /Instituto Tecnológico Latinoamericano
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