Los observatorios ciudadanos como capacidad heurística de la democracia: claroscuros
En el año 2009, Boucher publica : “Si los ciudadanos tienen voz, ¿quién está escuchando?: lecciones de los recientes experimentos de consulta pública para la Unión Europea” (Boucher, 2009). Después de que el Parlamento Europeo probó distintos mecanismos de participación ciudadana, Boucher llega a la conclusión de que lo que necesita la Unión Europea es un observatorio. Los argumentos que utiliza para proponer la creación de un Observatorio para la Opinión Pública Europea y Democracia Deliberativa surgen del análisis crítico de diez eventos organizados del 2005 al 2009 por el Parlamento Europeo cuyo fin fue atender demandas ciudadanas: primero, que los participantes no necesariamente representan el interés de la población en general; segundo, que el debate de los temas puestos en la mesa no necesariamente conduce a la deliberación por parte de los tomadores de decisiones; tercero, que la deliberación enfrenta las barreras de la ignorancia racional, las opiniones fantasma y la selectividad de recursos, además del poco tiempo que se utiliza en el debate o por la carencia de intercambios de opinión razonados; cuarto, que las conclusiones a las que se llega a través del debate no siempre logran captar la atención de los tomadores de decisiones o de los medios de comunicación; quinto, que es difícil conocer la influencia de los insumos generados por distintas estrategias de participación ciudadana en los tomadores de decisiones (Boucher, 2009). Boucher cree que estas deficiencias democráticas pueden ser, sino resueltas, sí disminuidas por un observatorio. Se percibe aquí la magnitud de las expectativas que pueden generarse con respecto a este espacio de participación democrática. Otro ejemplo más: “la sociedad organizada tiene el potencial para convertirse en el sujeto que desencadene cambios positivos” (Aguayo, 2014, p. 122). Aunque sin duda también hay posiciones de quienes afirman que no es del todo justo depositar demasiadas expectativas, ya que “los observatorios constituyen simplemente un paso más en la búsqueda de soluciones para la crisis [porque de lo contrario] no nos quedaría más remedio que profetizar sobre [su] ineficacia” (Herrera, 2006, p. 12), quizá lo razonable es reconocer que están ahí, y que existen casos en los que su incidencia es significativa.
Descargar Ponencia en Extenso